Durante el fin de un año, algo sucede que nos vuelve más entusiastas y esperanzados por lo que vendrá. Lo vivimos como una gran apertura de posibilidades que nos regala la vida, una oportunidad donde se despiertan sueños que teníamos olvidados, proyectos encajonados. Surgen nuevas ideas, grandes cambios, se clausuran malos hábitos y es así que nos proyectamos esperando más y mejores resultados.
Beneficiándonos del estado de fuerza y energía, podemos aprovecharlo para prepararnos ante el futuro y alcanzar su máximo potencial. La clave es hacernos preguntas que nos lleven a miradas desde otras perspectivas, de manera inteligente y consciente para luego definir objetivos, tomar decisiones y compromisos profundos.
Como las miradas de la realidad son tan propias y subjetivas como gente hay en el mundo, algunas de estas preguntas te resultarán más simples y otras más profundas o difíciles de responder.
PREGUNTAS PARA FIN DE AÑO
- Qué tres palabras usarías para resumir el año que está por finalizar?
- En qué momento del año te sentiste más motivada?
- Qué cosa no has hecho que realmente querías hacer? ¿Qué te frenó?
- Cuál ha sido la decisión más dura que has tenido que tomar? Qué hizo que fuera así?
- De qué te sentís más agradecida?
- Hacia dónde crees que se dirigió tu vida durante el año que transcurrió?
- De qué sos capaz hoy, que hace un año no hubieras imaginado?
PREGUNTAS PARA EL NUEVO AÑO
- Qué es lo que realmente deseas alcanzar? ¿Para qué querés lograrlo?
- Cuál es la manera en que harás que este año que comienza sea diferente al anterior?
- Si te pones a pensar el cambio más simple que podría tener el mayor impacto en tu vida, cuál sería?
- Qué no estás dispuesta a hacer?
- Cuál es la necesidad más importante que necesitas resolver este año?
-. Cuál es la mayor meta que te atreverías a soñar para este año?
- Qué pasos prácticos podes tomar ya mismo para cambiar tu vida?
- Si no es ahora, entonces cuándo?
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