1- Cuáles son mis metas a largo plazo? Es importante tener claridad en cuanto a tus aspiraciones a largo plazo, de manera que puedas enfocarte en las acciones que te lleven hacia la situación ideal que tanto anhelas.
2- Cuáles son mis objetivos a corto plazo para esta semana? Es importante establecer objetivos específicos y medibles para cada semana, de manera que puedas trabajar en tareas concretas y saber cuándo los has logrado.
3- Estoy avanzando en la dirección correcta? Revisá tus objetivos y las tareas que estás realizando para asegurarte de que están alineados con tus metas a largo plazo. Si te das cuenta de que estás desviándote del camino, ajustá tu plan semanal para asegurarte de que estás avanzando hacia donde quieres ir.
4- Estoy siendo realista en cuanto a mis plazos y tareas? Es importante establecer plazos realistas para las tareas y objetivos semanales, de manera que puedas alcanzarlos sin sentirte abrumada. Si te das cuenta de que estás estableciendo plazos demasiado cortos o tareas demasiado ambiciosas, ajustá tu plan para que sea más realista.
5- Necesito ayuda o recursos adicionales para lograr mis objetivos semanales? Si te das cuenta de que necesitás recursos adicionales o ayuda para lograr tus objetivos semanales, es importante que busques la forma de obtenerlos. Esto puede incluir la colaboración de colegas, la asignación de más tiempo o recursos a una tarea en particular, etc.
6- He logrado lo que me propuse esta semana? Revisá tus objetivos semanales al final de cada semana para ver si los has logrado. Si es así, ¡felicidades! Si no, determiná por qué no los has logrado y hacé los ajustes necesarios para la próxima semana.
Al hacerte estas preguntas clave durante la planificación semanal y la revisión de tus objetivos, podrás asegurarte de que estás avanzando cada semana hacia el logro de tus metas anuales.
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