Todos tenemos una esencia singular, una combinación dentro de la paleta de colores que nos hace únicas, descifrarla y abrazarla a lo largo de los años debería ser uno de los grandes propósitos de vida. Los talentos están dentro de los aspectos más reales y más auténticos que tenemos como individuos, los podemos utilizar a nuestro favor para abrirnos a nuevas posibilidades y expandir nuestro potencial personal.
Los seres humanos nacemos con capacidades innatas que nos acompañarán siempre. No existe ninguna persona en este planeta que no sea buena haciendo algo concreto mejor que otras. Los talentos naturales salen sin esfuerzo, son destrezas superiores que se hacen notar y por eso son más aceptadas, admiradas y buscadas que la mayoría.
De niños, e inclusive de adolescentes, vemos con más claridad esa naturaleza. Cuando prestamos atención a los hermanos, amigos o los compañeros de escuela, las pequeñas y grandes diferencias entre ellos se empiezan a develan. Seguro que en situaciones de juegos y relacionamiento se logra identificar a los más líderes, los que siguen al resto, los más creativos, los que no paran de hablar, los más energéticos, los más observadores…algunos tienen mayor motricidad o habilidades físicas, otros musicales o intelectuales, etc.
Cuando las personas tienen la oportunidad de trabajar desde sus talentos:
· es menos probable que experimenten preocupación, estrés, rabia, tristeza o dolor físico.
· muestran entusiasmo y tienden hacer lo que hacen mejor cada día.
· tienen más auto-confianza.
· es más probable que logren sus objetivos.
· trabajan con más energía,
· se sienten más felices y satisfechos.
. toman mejores decisiones personales/laborales.
Talento: una forma natural de pensar, sentir o comportarse.
Son esos super poderes que llevamos dentro, que nos hacen brillar cuando los utilizamos, y estarán a nuestra disposición para toda tu vida.
Los Talentos naturales
Son patrones innatos de pensamientos, emociones o comportamientos que no se adquieren en la escuela o la universidad.
Se relacionan con la inteligencia por la capacidad de entender algo mejor que los demás.
Se lo relaciona con la aptitud física o mental por la capacidad para el desempeño o ejercicio de una actividad concreta.
Son capacidades que te hace sobresalir del resto.
Tienen varias formas, tamaños y se extienden a muchas áreas de la vida.
La mayor parte de las personas desconocen cuáles son los suyos pero pueden identificarlos con mayor o menor facilidad en cualquier etapa de la vida.
Por lo general, es más fácil ver los de los demás que los propios.
Todas las personas tenemos varios, algunos más dominantes que otros.
Varios pueden tener el mismo, es la suma de la esencia más características personales lo que hace que se vuelvan únicos y diferentes al resto.
Para convertirlos en fortalezas es necesario invertirles tiempo y energía: mucha practica, usarlos con frecuencia y agregarles conocimientos y habilidades.
Tal vez ya los estés usando y ni siquiera te hayas dado cuenta. Cuando logras identificarlos y entender como funcionan a tu favor, el próximo paso es aprovecharlos lo máximo que puedas para conseguir de ellos mejores resultados y mayores beneficios en tu vida.
Aunque los tengas no todos te pueden entusiasmar. Puede que alguno se te de bien, pero no por eso significa que te interese usarlo. Para que te hagan realmente vibrar es importante entonces que estén acompañados de tus pasiones para que juntos se potencien.
Además de los talentos naturales existen los talentos aprendidos. A lo largo de nuestra vida, también iremos adquiriendo y desarrollando nuevas competencias y habilidades. Si logramos estudiarlas, trabajarlas y practicarlas de forma continua se convertirán en talento adquirido.
Tanto los talentos naturales como los adquiridos deben ser trabajados para potenciarlos y utilizarlos a favor de resultados deseados en diferentes áreas de la vida.
Aunque se los suele asociar sólo a personas que se destacan del resto en sus libros, pinturas, música, diseños o destrezas deportivas, los talentos abarcan más que las artes y los deportes. La empatía, la coordinación, el instinto, el foco, el sentido de la estética, la resolución de problemas, iniciar conversaciones sin esfuerzo, pensar de manera ordenada, ver patrones en la información, son algunos de los tantos talentos que puedes tener escondidos.
Te has preguntado alguna vez cuáles son tus talentos más dominantes? Puedes identificarlos en las personas que te rodean?
Estos son los primeros pasos que puedes hacer para descubrirlos:
1- COMPRENDER QUÉ ES UN TALENTO.
2- ACEPTAR QUE TIENES DIFERENTES TALENTOS.
3- TOMAR LA DECISIÓN DE EMPEZAR A IDENTIFICARLOS.
4- DESACTIVAR TU PILOTO AUTOMÁTICO Y EMPEZAR A OBSERVARTE.
5- REFLEXIONAR HACIÉNDOTE PREGUNTAS QUE TE AYUDEN A DESCUBRIRLOS.
Cuáles crees qué son tus 3 principales talentos naturales?
Cuáles crees que sean tus capacidades aprendidas?
Qué actividades y juegos te gustaban más durante tu niñez, y cuáles en tu adolescencia?
Qué te piden con frecuencia que soluciones que otros no pueden?
Con qué tareas te concentras de tal manera que llegas a perder la noción del tiempo?
En qué cosas ves que obtienes mejores resultados que los demás y con menor esfuerzo?
Qué es lo que puedes hacer mejor que otras mil personas?
Cuáles son esas actividades en que te sientes fuerte y con energía?
6- CONSULTA A TU ENTORNO MÁS CERCANO.
Una buena opción es preguntar a quienes te conocen: tu familia, amigos, colegas de trabajo, ellos pueden ser más conscientes de cuáles son tus dones ocultos.
En momentos de grandes decisiones de trabajo: elección de una carrera, creación de sociedades o colaboraciones, etc. saber qué se hace bien de forma natural puede ser lo que abra las puertas al rendimiento, éxito, bienestar y satisfacción. Las personas conectadas emocionalmente con las actividades que desarrollan, con niveles productivos altos, creatividad potenciada y resultados destacados en sus trabajos, vida y relaciones sociales suelen ser las que usan sus capacidades innatas a diario y se sienten “como pez en el agua” en sus proyectos.
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